lunes, 26 de diciembre de 2011

Renacimientos!

Aprovechando esas fechas religiosas, en que diferentes culturas celebran el renacimiento de un niño, que es la esperanza, la promesa de la vida... pues he aquí ese blog bebé, que hoy renace, con esperanza de que se haga mayor, fuerte, y muy muy guapo, a que sí?
Tengo muchas ideas, comentarios y divagaciones para compartir con todos vosotros, y aunque me encantaría poner el blog al día con todos eses meses de pausa (por decirlo así), no es posible.
Empezaré con algo actual, como lo son las fiestas que estamos viviendo ahora. No creo que haya unas navidades más bohemias como las que hay en España, es más, no creo que haya país más bohemio y más perfecto para una sagitariana, como yo. ¡Me encanta!

En fin, no os voy a contar del estrés que significa todos esos compromisos, ya sea un compromiso religioso, o moral; o el compromiso consumista, ¿acaso alguien ha podido escapar de ello? Por favor, pasadme la receta.
Para mí es un mes de fiesta, además coincide con mi cumple, pues, ¡más fiesta!

El caso es que este año me hacía mucha ilusión participar de una comida de empresa, porque desde que llevo aquí en España, nunca he podido ir a ninguna. A ninguna mía, ¡este año tocaba!

Trabajando en el Casino, lo podéis imaginar que la comida era a lo grande, entradas triunfales de los jefes, como si fueran los novios, bromitas, mucha cerveza, y el menú en la mesa: sopa de ajo...
huevo frito con taquitos de jamón??? Eso que es? Decían los que ya llevan más años en la empresa. A mi me daba igual, pero me decían que cómo se notaba la crisis, que había caído mucho la calidad. Resulta que era otra broma!

Me lo pasé muy bien, y además me tocó un regalito: champán, camiseta, sombrerito de Guinnes, un detallito comparado con los "peazo" viajes que sorteaban, noches de hotel, y cenas románticas, iphone, etc, pero yo veo el lado bueno, por lo menos algo me ha tocado, no?
Cuando ya todos hemos comido y esperado los sorteos, empieza la musica, fiesta!! ¿No? Pues para mí sí, tenía mis copichuelas gratis, hablé con gente que nunca tenía mucha oportunidad de hablar; de descubrir que los jefes realmente no son zoombies, conocer mejor a la gente, que después de tanta cerve están más relajadas. Bailé un poquito, principalmente el éxito del momento, que viene desde Brasil: Ai se eu te pego, jejeje siiiii me tocó bailar para enseñar la coreografía, de lo contrario dudarían de mi nacionalidad.
Otra cosa bonita de esas comidas, son las fotos... empezamos sacando fotos todos juntitos y amigos, siii amigas de toda la vida!
Me fui en buena hora, o sea, antes de emborracharme, ya que había que guardar sitio para la cena con los vecinos esa misma noche. ¡Qué dura es la vida de artista!

Cambié de fiesta y de compañía, pero la temática era la misma, confraternización, ¿verdad? Esta vez me encontraba más a gusto, con mi pareja, mi hijo, mi madre, y claro, los vecinos fiesteros de Puente de Palma. Terminamos en la Discoteca Privilege, y no podía ser diferente: bailando Ai se eu te pego.

Que lo paséis muy bien esas fiestas, ¡yo lo estoy haciendo!


PD: Al día siguiente me entero que la comida navideña de mis compis de trabajo terminó en campo de guerra. Normal, sin cabreitos no sería fiestas navideñas, ¿verdad?

1 comentario:

  1. Muy bueno, está claro que no tienes que dejarlo. Te tienes que dedicar a escribir.

    Besos navideños.

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